Teresa Codina

Producido por: Felpa Collective

Preguntas:

  1. ¿Siendo periodista de la revista Pensamiento Propio, qué pensaste cuando te encontraste con el trabajo de ArteFacto?
  2. ¿Qué conocías o qué habías visto de arte antes en el país? ¿Qué diferenció a ArteFacto de eso y/o qué te llamó la atención?
  3. ¿Cómo viviste la nueva relación que se estableció entre vos y éste grupo? ¿Cómo te fuiste integrando hasta formar parte esencial del mismo?
  4. ¿Cómo cambió la dinámica del grupo o de hacer las cosas, cuando ya contaban con un espacio propio, que era la Artefactoría y que además estaba ubicada en un barrio popular?
  5. ¿Qué pensás vos de la parte afectiva, familiar o doméstica del grupo? ¿Creés que eso fue importante en la dinámica del espacio? ¿Cómo era eso un elemento significativo para el funcionamiento de todo?
  6. ¿Cómo surgió la idea de Sarambambamba? ¿Cómo pudiste trasladar un pedazo del mar a managua?
  7. ¿Cómo era la presencia y colaboración de los cochones en la Artefactoría?
  8. ¿Qué papel jugaban las mujeres en ArteFacto?
  9. ¿Cómo interpretar o pensás ArteFacto el día de hoy?

Plática:

¡Mucho feeling!

R: Estamos improvisando.

T: Sí, claro.

Cap 1. Cómo

 Aparecieron porque yo vivía con una chica que estudiaba Bellas Artes y me dijo “quieren hablar contigo”.

Ah, bueno.

Qué tal esta casa, tiene espacio para que vengamos a hacer algo artístico, pero ya me cayeron tan bien. Más en el momento habían acabado otro trabajo y dije: ¡Wow!

Cap 2. Antes de ArteFacto

Dos amigos, uno era Luis Saborío y la otra era Esther Lions que estudiaban en la escuela, íbamos a Praxis, entonces primero yo veo el arte si me gusta o no, no me preocupo por empezar a conocer a los artistas ni el nombre. Entonces la base ya de distinguir y ver cosas que me fascinaban, entonces yo repetía la visita buscaba material de esa gente y así los empecé a conocer a todos porque en Praxis había una buena colección de artistas, solo que dentro de un ámbito, digamos formal. Y la mayoría de la gente que iba en realidad iba para tomarse un trago.

Cap 3. En ArteFacto

Nunca me dijeron ni entras ni sales. O sea yo estaba ahí, a veces me sentaba con ellos, empezaban a hablar, yo iba viendo cómo se movía el cotarro. Después creo que fue Denis Núñez que dijo que me tenían que meter porque prestaba la casa y que además era periodista y que era muy afín, la verdad que todos se tenían simpatía entre ellos.

Pero no por eso fuimos muchos, ¿eh? No. Y me fui a las clases de Arthola, me sentaba ahí y veía durante 3 horas, el enloquecido de Arthola  haciendo y deshaciendo, explicando y con 12 chavales y eso que te decía, cada día le ponía un título, cada día me decía una locura más, estaba tan fascinada. Me llegaba a gustar Arthola que no te puedes imaginar y ya verás que está lleno esto de Arthola y me gustaba que era una persona que hablaba y no le entendía lo que decía. Eran tan originales y Juancito no te quiero contar que se ponía a bailar en cualquier momento y después hablaban de otra cosa y después volvían al tema.

Y al final me di cuenta que de lo que hablaban hacían algo, puchica y además de eso sucede lo otro.

¡Mucho feeling! Es una palabra inglesa que no se inglés pero que creo que refleja quizás, la relación tenía un tono emotivo y abierto, entonces no recuerdo ni enfrentamientos, rarezas todas las que quieras.

R: Se podía decir cualquier canallada creo y no había problema de estar resentido dos días después.

T: Tampoco había ningún interés por ser críticos de las obras de los otros. Pues más o menos, ¿no? 

R: Si cada quién ponía lo que le daba la gana.

T: Pero no era que había una exposición y se iba y se le decía “Mira es que esto no acertaste, ésto estaba mal”

R: A menos que no fueras del grupo. Una vez a Juancito un maje le enseñó un dibujo “Mira que lindo mi dibujo” y el maje lo queda viendo, después lo agarra y lo tira al suelo juá y empieza a hacerle así (a pisarlo), “Ahora está mejor mirá” le dijo.

Cap. 3. T: Era un momento brillante 

R: Era un momento brillante realmente surgieron momentos en que uno se sentía aparte algo más mayor, más grande. 

T: Sobre todo lo artístico.

T: Yo quedé asombrada que Nicaragua tuviera tan buenos artistas plásticos, tan buenos escritores, una cosa que me tenía asombrada y eso que no había descubierto Rubén Darío. Mi preferido era Alfonso Cortés porque este tipo de metafísica aquí hasta el verde se hace- Ah, la ventana se llama no? Un trozo de cielo tiene más intensidad que todo el cielo, no, un trozo de azul. 

R: Pero aquí mira aparece Sandino aparece Darío que eran figuras como yo te digo importantes pues porque primero no eran importantes, en esa década estamos hablando de los 90, Darío siempre ha sido importante pero nadie conoce ni verga, preguntale a cualquiera qué le gusta de Darío «Todas». 

T: Las semanas darianas que daban lástima. 

R: Y eso desde siempre. Entonces era una figura importante que nosotros queríamos conocer un poco. Sandino ni se diga, el otro más importante.

Cap. 4. El pueta

R: Ese era otro divertido Carlos Martínez.

 T: Le agarré una emoción que te puedes llegar a imaginar. 

R: Si, era tan inexplicable por qué era tan diaverga. Yo le decía a ella que con la gente era un odioso. 

T: Fue un verdadero puntal, porque contar con que Martínez Rivas nos daba un material inédito para la revista, era contar con alguien con una autoridad y talento artístico, uy eso fue fundamental porque a veces las cosas subsisten porque tienen apoyos así verdad. 

R: Si, esas personas fueron básicas, igual que Rolando, Rolando de una manera más lejos pero también fue importante, eran como outsiders. Y Carlos Martínez era un amargado, también eso fue importante, ver cómo era, que no era un complaciente, sino todo lo contrario.

T: Dice: No gozaste mi juventud y tampoco mi vejez pero vas a sufrir mi ancianidad. 

R: Un maje bien peculiar.

T: Raúl me llevó una vez y me dijo «Ahi no tienes que hablar» y yo ni mu. El tipo se pasó dos horas y media hablando a Raúl de algo que sabía de sobra, que yo no entendía nada. Sobre cuántas veces fue editado La Divina Comedia, etc. Bueno, yo me porté bien, pero me agarró una simpatía tan grande. Y a él que era caprichoso y maniático. Ah no, él nos quería de una manera bárbara.

R: Si era peculiar. Tenía una memoria extraordinaria, te decía tu papá? Siempre te preguntaba así al principio: cómo te llamas ah quién es tu mamá? Es tal? Y tu papá? Y ya te trazaba el árbol genealógico, quién era tu abuelo? Entonces dependía de eso también, si le caías bien o mal.

Y cambiaba de alianza porque la primera edición de La insurrección solitaria tiene todos los poemas dedicados a alguien y después en la segunda se lo quitó a todo ninguno dejó. Por eso que te haya dedicado el poema es diaverga. 

T: Conoció a mi hijo y agarró un trozo de papel y escribió esto: «No gozaste mi juventud ni tampoco mi vejez pero vas a sufrir mi ancianidad». Pero me dedicó un poema. Una vez busqué en Google mi nombre y solo estaba ahí porque CMR me había dedicado un poema, ¡Woow!

Cap. 5. Artefactoría

R: Después están las exposiciones de varios, la de la Tere, la de David, la Patricia. Fueron como las primeras instalaciones acá, a pesar de que ya en los 80 se habían dado algunas experiencias. Ese maje era buenísimo. El Raúl Marín era otro artista bueno. Ese es otro ejemplo de la bohemia como criterio de ser buen artista. Por ser bohemio te van a dar un premio porque como dice la canción: Try it!

*Sonaba la canción: Pud-Da-Din de Joe Cuba Sextet en volumen alto*

Ésta es una plática desordenada entre dos personas. Pero siempre fue eso: un desorden.